El lugar donde vivo, sufrió hace unos días la peor catastrofe de su historia..
En pocas horas la mitad de la ciudad quedo bajo el agua...
Luego de transitar la desesperación y el terror..
Llego el dolor mas profundo...
Nada pudo ser igual despues de ese día..
Las marcas negras del agua en las paredes parecen cicatrices,
de heridas que vuelven a doler cada vez que uno las ve...
Todos quedamos bajo el agua ese día...
Porque nadie pudo sentirse ajeno del pesar del vecino..
del amigo, del hermano, del conocido y del desconocido...
Esos días, se pudo sentir el amor y el desapego de las almas que,
solidarias nos hacian llegar cosas de puntos geograficos lejanos..
y el desapego de los que tiraban partes de sus vidas materiales a la calle...
Sabiendo que ya no volerian a encontrarse con ellas...
con el sillon de la abuela, con las fotos de los seres queridos,
con el producto del trabajo de toda una vida..
Todo lo material, afuera.
Los dias posteriores fueron de silencio, de duelo no explicitado..
El mundo tal como funciona, quiere hacernos creer
que lo material es muy importante..
y que somos individualistas y competitivos...
Ese día yo sentí otra cosa..
Ese día fuimos uno...
Ale.-
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