Dulce y Maravillosa espera...


Ya falta muy poquito para que otra almita pura llegue a mi vida e ilumine aun mas mis días...
Que fortuna tan grande poder experimentar esta magia de la creación...
Recuerdo a un maestro que ha dicho que si pudiéramos amar a todos los hombres del mundo como se ama a un hijo... Estaríamos en el ultimo escalón de la ascensión...
Mmmm... Que desafio interesante... Porque no conozco amor mayor...
Un buen ejercicio, que puede servir y que pongo en practica a menudo es...
Cuando me invade un mal pensamiento respecto de alguien,
pienso, cuanto esfuerzo pondría en comprenderlo/la si fuera mi hijo/a...
Si alguien sistemáticamente repite malas actitudes, pienso...
Cuantas veces intentaría acercarme y de cuantos diversos modos si fuera mi hijo/a...
Creo que intentar aplicar este ejercicio puede ayudarnos a ser mejores personas, mas tolerantes, mas comprensivos, y nos permitiría vivir en una sintonía mas armónica y fraterna...
Un abrazo iluminado!

Ale.-